Un día perfecto para hornear y amasar

Hoy es un día de esos de invierno de verdad, con las hojas caídas, el aliento cálido, el cielo cubierto, las gotas chispeando en el cristal y el ánimo arrimado a la melancolía del aire. Un día perfecto para hornear y amasar.

Se pasó enero…sin contaros nada en el blog. Ha sido un enero de recoger frutos y sembrar semillas para esta nueva primavera. Un descanso necesario para todos después de las agitadas fiestas navideñas.

Enero se queda siempre en silencio después de Reyes. Nieve o no, se cubre con un manto blanco el espíritu. Y se quiera o no, se reposa al abrigo de lo íntimo.

He dejado descansar el horno, la cocina, los boles, cuencos y toda esta familia de utensilios que me ayudan a descubrirme a través de este hacer maravilloso que es: cocinar.

 

Hoy parecía que ya no podía esperar más

Pronto cursos online

Sentarme ante la hoja en blanco para compartir alguna receta exquisita que se atreva a romper la inercia del letargo del invierno y deciros, de paso, que están los cursos on line en marcha y que pronto podréis disfrutarlos junto con la nueva página web.

Aunque nos vamos a centrar, en nuestra página, en  todos los cereales  SIN GLUTEN, acompañantes naturales, uso, beneficios, propiedades, recetas, etc.

Me parece interesante comenzar esta ronda de artículos hablando sobre la historia de la panificación, así que atentos al próximo artículo.

 

Conocer los orígenes nos ubica en lo que somos hoy por hoy.

Hacer pan en casa

Es de suma importancia conectar con el origen de los alimentos que comemos y la energía generada en ello. Esto nos vuelve más sensibles y conscientes de lo que somos y del fluir de la vida a través nuestro.

Hacer pan en casa genera un ambiente anímico especial. Esto lo perciben los niños, a los que les encanta estar presentes y ayudar en todos los quehaceres del proceso.

Y hacer pan sin gluten también nos ofrece esta magia, el contacto con la tierra y con el resto de los elementos. Empezar y terminar un proceso de transformación, desde las materias primas básicas hasta acoger el pan recién horneado, es un proceso terapéutico fantástico que centra y nutre, más allá del paladar.

Damos valor a lo que nos alimenta por dentro y por fuera y entonces , maduramos juntos.

 

En palabras de Udo Renzembrink.

“No es esencial únicamente qué comemos sino cómo comemos. Si recibimos los alimentos con afectuoso interés y con respeto por las eternas fuerzas creadoras de la vida, seremos alimentados de verdad. Sólo entonces podrán las fuerzas cósmicas que recibimos con el alimento, desplegar en nosotros su plena efectividad. Sólo un pan viviente puede preservarnos de la petrificación de nuestro cuerpo y de nuestra alma.”

Os aliento a atreveros con el buen hábito de poneros con las manos en la masa y hacer vuestros propios panes sin gluten.

¡¡Será una experiencia de las que dejan buena huella y buen sabor de boca!!